La calma secreta y centelleante
Del crepúsculo matutino
Soy una entidad negra
Con los faros llameantes.
Estoy preparada, delante de las horas, lista.
El tiempo está dormido y el reloj se detiene.
Con el bajo latiendo del bafle del coche
Mi corazón del picaflor se posa
Por la primera vez en demasiado tiempo.
Aunque el mundo duerme
Nos hemos levantado
En las horas bellas y violetas
Que sienten como el algodón
Y que huelen como el pan.
En casa, mis amigas están allí
Como muchas osas dormidas,
Muy calentitas en las sudaderas negras.
Las otras se sientan en el banco
Como pájaros que tienen frío, altas y delgadas,
Rígidas en una alambrada.
¡Vamos!
Nos levantamos y caminamos por la fría
Oscuridad, mientras la neblina
Enrolla alrededor el muelle
Y por el río abajo.
Abierta a la negrura,
La cabeza en el bote,
La luna en el cielo.
Todas listas, ¡Remen!
Hicimos ejercicios de calentamiento
Y el sol está saliendo,
Una lenta inundación
Mandarina en el cielo.