Soy una remadora ambiciosa. He remado en el ocho plus ligero (“lightweight 8+”--una clase de botes de remos muy competitiva) desde que estaba en el decimo grado. Este año es mi tercer año remar en este bote y ahora tengo muchos recuerdos de dolor y de regocijo en este bote con mis compañeros del equipo. Un buen recuerdo para mi es cuando nosotras ganamos el Regatta del Campeonato Nacional de SRAA en 2009 cuando yo era en el tercer año del colegio. El año anterior, en 2008, mi bote había perdido este regata por dos centésimos de un segundo, a nuestra contrincante Espíritu Santo. Fue una pérdida muy dolorosa. Fue el tercer día de la regata de 2009, el último dia, mientras yo improvisaba el bote que me acordé la sensación desagradable. Estuve decidid a ganar. Mi bote de 2009 había ganado muchas regatas, incluyendo el Campeonato de la Ciudad de Filadelfia, pero nosotras estábamos muy nerviosas y emocionadas ante nuestra prueba. Al comienzo de la carrera de mil quinientos metres, estamos detrás del bote Espíritu Santo. En la marca de setecientos cincuenta metres, pasamos por ellas. ¡Al final, ganamos por tres segundos! Al muelle, gritamos con emoción, abrazamos y, en la tradición de los remadores, saltamos en el lago. Yo abracé a mi entrenador y lloré. Esa regata fue muy emocionada y siempre será un buen recuerdo.
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